La jugadora ideal para el fútbol alemán

Fotografía: FC Bayern Frauen

Hace tres temporadas el Wolfsburg anunciaba la salida de su jugadora estrella Pernille Harder, quien en sus cuatro campañas con el equipo marcó 104 goles en 114 partidos, ganando el doblete (liga y copa) en todas las ocasiones y siendo nombrada como mejor jugadora de la UEFA en 2018 y 2020. 

Dispuesta a dar el siguiente paso en su carrera, la atacante danesa ya consolidada como una de las mejores del mundo, firmaría con el Chelsea esperando tener el mismo éxito o incluso uno mayor. El club londinense pagaría por ella una cifra que en su momento sería el traspaso más caro en la historia del fútbol femenil, 350 mil euros.

Pernille pasaría los siguientes tres años de su carrera jugando para Emma Hayes, aunque vistiendo de azul, no parecía ser la misma que cuando llevaba el color verde característico del Wolfsburg. Si bien continuó siendo una de las jugadoras más importantes para su nuevo equipo, no fue capaz de tener el mismo impacto que en Alemania, principalmente debido a la diferencia entre estilos de juego.

Fotografía: Chelsea FCW

El fútbol alemán se caracteriza por su verticalidad, tiene un gran poder de ataque, el juego es rápido y físico. La máxima expresión de este estilo la podemos ver en los sistemas que manejan Bayern y Wolfsburg, presionan alto todo el partido peleando cada balón en el último tercio del campo, no le temen a las faltas, les gusta conducir y llevar la pelota al frente sin tantas pausas, mandan pases largos y le apuestan a la velocidad. 

Para que una delantera pueda jugar en Alemania debe ser fuerte, ágil y contundente, entre las más destacadas podemos hablar de Pajor, Popp, Schüller y Bühl. Tienen tiro, potencia, posicionamiento y definición, ya sea metiéndose al área con la pelota o de primeras desde un centro. ¿A quién nos recuerdan esas características? Precisamente a Pernille Harder, quien ha demostrado ser impresionante cuando se trata de ir al frente, es buenísima en transición y siempre tiene mucho que ofrecer. Es excelente cuando conduce y controla el balón, toma buenas decisiones y le encanta el gol.

La número 23 llegó a Inglaterra en su mejor momento y se esperaba que pudiera continuar así, sin embargo, el fútbol inglés es un poco más pausado, lo cual le impidió a la danesa ser la misma punta o mediapunta que fue cuando jugaba para el Wolfsburg. Mientras que en su equipo anterior tenía la posibilidad y el espacio de ir hacia adelante sin importar en qué parte del ataque estuviera posicionada, con las “Blues” empezó a verse más limitada, teniendo que desempeñar un rol un poco más estático dentro del campo. 

Fotografía: Chelsea FCW

A pesar de todo esto y sumándole las lesiones que tuvo la temporada pasada, su carrera en Londres estuvo acompañada de increíbles jugadas y bastantes títulos, 3 ligas y 4 copas. No fue hasta sus últimos partidos con la camiseta del Chelsea, después de varios meses de baja, que se le veía con más libertad yendo hacia adelante. El ejemplo perfecto es la asistencia que le dió a Sam Kerr en el único gol de la final de la FA Cup de la temporada pasada.

Hace algunas semanas hizo oficial su salida del club y anunció su regreso a la Bundesliga, definitivamente una baja sensible para el Chelsea pero a nivel personal, un cambio razonable dado el éxito que tuvo jugando en Alemania. Junto a Magdalena Eriksson, se estará incorporando a las filas del Bayern Munich. Compartirá la delantera con nada más y nada menos que Klara Bühl y Leah Schüller, un tridente que podría ser espectacular si es que la directiva decide utilizarlo.

¿Será que vuelve “prime” Harder? Sería espectacular, la verdad es que lo tiene todo para brillar en un equipo alemán por segunda vez en su carrera.


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