Top 3 en goles, es centrocampista y es mujer
Un Camp Nou repleto coreando su nombre. ¿Lo raro? Que no era el de Messi, sino el de Alexia Putellas. La capitana, el corazón del Barcelona femenino, y, habiendo marcado en el clásico, la tercera máxima goleadora del club. También anotó en la última jornada de Champions disputada por el equipo, sumando ahora 200 goles en su cuenta. La reina entre reyes. Únicamente por debajo de Messi y César Rodríguez, ambos delanteros. ¿Ella? Centrocampista.
Fotografía: @FCBfemeni
Una cifra impresionante, más aún sin jugar en la línea de ataque. Visión y calidad técnica caracterizan a la #11 blaugrana. El ADN Barça corre por sus venas, filtrando pases a la espalda de la defensa, haciendo corridas al espacio tan precisas que la dejan en ventaja, saliendo con el balón cuando el rival presiona alto. Una jugadora creativa, que juega bonito.
Además de brillar en el campo, Alexia reescribe la historia fuera de él. No es solo una futbolista, es una referente. Ha logrado construir una realidad donde las niñas encuentran su lugar en el fútbol desde pequeñas. Un espacio en el cual son bienvenidas con entusiasmo, valoradas por su esfuerzo y celebradas por su talento. Una nueva normalidad, donde las oportunidades son las mismas y los sueños florecen.
Para entender la importancia de la representación, recordemos aquel partido contra el St. Pölten. Decenas de niñas en las gradas del Estadi Johan Cruyff, todas parte de la fundación “Eleven”, la iniciativa de Alexia por un fútbol accesible. A través de este proyecto, las jóvenes cuyas familias no pueden permitirse inscribirlas a un club, pueden disfrutar del deporte que más les gusta.
Las sonrisas lo dijeron todo, con cartulinas y regalos cautivaron a su modelo a seguir, quien se llevó una sorpresa inolvidable al entrar al campo y escucharlas gritar su nombre lo más fuerte posible. El gesto significó tanto para la capitana del FC Barcelona que cuando el equipo marcaba gol, Alexia las buscaba con la mirada, conmovida por su emoción.
Fotografía: @MariaTikas
Al terminar el encuentro, las chicas bajaron al terreno de juego, abrazando no solo a la jugadora que más admiran, sino también la posibilidad de algún día ser como ella. Putellas las recibió con brazos abiertos, pues ahora era ella la figura que de niña tanto anhelaba.
Gracias al inmenso trabajo de todas aquellas que, como Alexia, luchamos por nuestro espacio, las más pequeñas pueden ver y, por lo tanto, ser.