Alicia en su mundo de maravilla
La evolución del futbol comenzó siendo una forma de obtener placer, mediante la práctica deportiva, y en la actualidad se caracteriza por ser una industria que obliga a las y los jugadores a trabajar a marchas forzadas, suprimiendo su derecho a levantar la voz y a tomar decisiones sobre su carrera.
El futbol se ha convertido en un espectáculo, en donde la vida de las y los protagonistas está supeditada a un grupo de personas que explotan sus talentos, a cambio de fama, dinero y éxitos al por mayor. Sin embargo, entre más comodidades llegan, la libertad se diluye poco a poco.
Los encargados de hacer que el negocio funcione viven en una dicotomía en donde, por un lado, son reconocidos como ídolos ante los aficionados; y por el otro, son vistos como meras fichas de ajedrez fáciles de reemplazar.
La existencia de ídolos es el reflejo de nuestra fe en la humanidad y en la esperanza que tenemos para confiarle a una o varias personas, la capacidad de cambiar nuestra realidad y de hacer cosas que parecen imposibles.
Eduardo Galeano asevera que la pelota busca, reconoce y necesita a los ídolos. Y es ésta la la que se siente mucho más cómoda, cuando descansa en los pies de alguien como Alicia Cervantes Herrera.
Alicia Cervantes, quien ha sido reconocida por la Federación Internacional de Historia y Estadística del Futbol (IFFHS, por sus siglas en inglés), como una de las tres mejores goleadoras del planeta en el año 2021, ha tenido una carrera llena de triunfos y que ha sido coronada con un campeonato de la liga, llamados a selección nacional y una cifra goleadora que va en ascenso con el paso de los partidos.
Desde muy joven, su talento la llevó a tener un promedio goleador por encima de la media, lo que inmediatamente hizo que los reflectores apuntaran hacia sus actuaciones. Sin embargo, la naturaleza del ser humano está llena de imperfecciones, las cuales se reflejaron en algunos roces que tuvo con la directiva del Atlas Femenil, equipo que era dueño de sus derechos federativos en el año 2017.
Sin embargo, ni siquiera ese episodio en su carrera fue un obstáculo para que Cervantes siguiera labrando el camino para alcanzar la trascendencia. Su paso por Monterrey significó la consecución de su único campeonato profesional de futbol y junto con él, vinieron los reconocimientos y las ganas de seguir viendo el mundo desde la cima de la montaña; la cual, si bien es un lugar peligroso, siempre te regala una satisfacción difícil de describir.
Llegó el año 2020 y el Estadio Akron le abrió las puertas a una delantera que cambió la historia del Club Deportivo Guadalajara. La playera rojiblanca encontró en Alicia Cervantes a la goleadora que el equipo estaba buscando. El gol, que en el futbol moderno cada vez es más escaso, se ha convertido en el aliado favorito de la número 24 de Chivas y la ha consagrado como la mejor goleadora en la historia de la institución.
Si hay algún ámbito en el que Cervantes ha recibido muchas críticas, es en su rendimiento en la Selección Nacional. El proceso de Mónica Vergara ha estado repleto de experimentos y un gran número de jugadoras han sido parte de una rotación que representa una constante en el equipo tricolor.
Dichas rotaciones no pueden significar otra cosa más que la existencia de un universo de jugadoras bastante amplio. Lo anterior es el reflejo del buen trabajo que han hecho todos los equipos de la liga, aunado al profesionalismo y al buen nivel que han mostrado las jugadoras mexicanas.
Podemos estar de acuerdo en que la evaluación es parte de la vida y que hay personas que simplemente no encuentran la forma de brillar en escenarios que no son de su entero dominio. No obstante, las actuaciones de Alicia Cervantes hablan por sí mismas y su talento jamás ha estado, ni estará en tela de juicio; por lo que no necesita demostrar absolutamente nada y mucho menos, está obligada a legitimar su carrera con actuaciones excepcionales cada que es convocada a la Selección Nacional.