Las Elegidas
Retrocedamos algunos años atrás y pensemos en la época en donde lo único que nos preocupaba era estudiar y ser felices. La niñez es esa etapa en la cual comenzamos a descubrir el mundo y en donde los primeros cuestionamientos filosóficos aterrizan en nuestras cabezas.
Preguntas como quién soy y a dónde voy, permean en nuestro inconsciente sin siquiera tener la certeza de que estamos haciendo justo lo que hacían los filósofos en la antigüedad: buscando respuestas en la naturaleza y en nuestro interior.
¿Quién no creció viendo en la televisión a las y los protagonistas de las justas deportivas más importantes? ¿Acaso no veían a estas figuras y pensaron que algún día ustedes podrían enfundarse en los colores de su país y representarlo en un Mundial o en unos Juegos Olímpicos?
Hablemos de las y los atletas y de cómo inspiran a miles de niñas y niños, que en estos momentos están practicando su deporte favorito y que sueñan en convertirse en profesionales y algún día ser partícipes de algún evento deportivo de relevancia.
El hecho de practicar alguna disciplina deportiva representa tener un estilo de vida muy particular. El compromiso es una constante durante la vida de las y los deportistas de alto rendimiento; ahora bien, entregarle tu vida al deporte también requiere ciertos sacrificios que se traducen en la privación de diversos factores que resultarían muy normales para una persona que no práctica deporte en el más alto nivel.
Pero no todo en la vida de las y los deportistas profesionales se trata de entrenar y entregarse en cuerpo y alma a cierta disciplina. Existe una virtud que automáticamente las y los convierte en seres únicos en este plano existencial: vestir el uniforme de su selección nacional.
Representar a un país no sólo es el resultado de ser la o el que mejor practica tal o cual deporte dentro de un territorio delimitado por fronteras políticas o naturales. Ser seleccionada o seleccionado nacional significa ser una figura que lleva tatuados los valores socioculturales de una nación y los muestra cada que es parte de una competencia de alcances internacionales.
En el marco del inicio de los partidos clasificatorios para la Copa Mundial Femenina de la FIFA Australia & Nueva Zelanda 2023, todas y cada una de las convocadas por Mónica Vergara tendrán la enorme responsabilidad de jugar su primer partido oficial del año y de paso, demostrar que el futbol femenil en México se encuentra en una etapa de crecimiento imposible de frenar.
Y es que no sólo estaremos frente al primer examen oficial para Mónica Vergara; el entorno parece ser ideal para que las jugadoras comprendan lo que se estarán jugando y que miles de aficionadas y aficionados estarán apoyándolas, ya sea desde las tribunas, o desde sus hogares.
En este sentido, la presión sin duda será importante, pero el manejo de las emociones y una correcta toma de decisiones, lo serán aún más. De la misma forma, analizar el entorno, evaluar las consecuencias de las acciones y actuar de forma oportuna, serán virtudes que deberán estar presentes en todo momento en las mentes de las jugadoras y cuerpo técnico.
En la vida las oportunidades no se cuentan por decenas y eso deberán tomarlo en cuenta todas las jugadoras que conforman la plantilla de la Selección Nacional. En ellas se verán reflejados los sueños de una enorme cantidad de niñas mexicanas que en algún rincón del planeta están pateando un balón de futbol y que sueñan con jugar en un equipo de forma profesional.
Dicho esto, vale la pena señalar que no sólo se trata de ponerse el uniforme y jugar futbol. El objetivo final es que la práctica deportiva se lleve a cabo de forma digna y en un ambiente de respeto que permita el libre desarrollo de la personalidad. En este punto me gustaría hacer referencia al inicio de la carrera de Maribel Domínguez (sin duda la mejor delantera en la historia de este país), quien tuvo que hacerse pasar por un varón para poder hacer lo que más la hacía feliz; lo cual, queridas amigas y amigos, no debe volver a suceder nunca más.
Por ahora, y mientras esperamos que el debut de la escuadra de Vergara sea satisfactorio, este servidor desea desde lo más profundo de su corazón que las seleccionadas comprendan el papel que juegan en la sociedad y que se identifiquen ellas mismas como agentes de cambio para eliminar diversas problemáticas sociales, ya que, cuando esto suceda, el planeta será un mejor lugar para vivir.