El secreto detrás de Chivas Femenil
En ocasiones pareciera que el título de 2017 de Chivas se pasa por alto. Después de todo, la primera temporada de la liga no tuvo en algunos aspectos la atención y la cobertura que tenemos ahora, tan sólo cinco años después.
Las cifras récord (algunas de las cuales se mantienen en el top histórico) de algunos partidos, como el Clásico Nacional entre Chivas y América o la propia final contra Pachuca, pueden ser atribuidos a la curiosidad acerca de un deporte que previamente había crecido gracias a esfuerzos comunitarios, sin paga, y a menudo con poco reflector, por personas como Mar Ibarra y Mercedes Rodríguez, entre otras.
El equipo femenil de Chivas es, de nacimiento, heredero de un gran legado, uno que ha sido difícil de sortear en ocasiones, mientras la institución navega un tramo complicado bajo la propiedad de la familia Vergara.
Desde la creación del equipo, han habido retos. El entrenador responsable del primer, y hasta antes de esta semana, único título, Fernando Camacho, fue despedido tras una controversia relacionada con recortes salariales y bajas injustificadas de jugadoras. Después de eso, la peor temporada hasta la fecha, con un octavo lugar general que, debido al sistema de calificación de ese entonces, las dejó fuera de jugar la liguilla.
Entonces aparecieron Amaury Vergara y Nelly Simón. Tras asumir la propiedad del club después del fallecimiento de su padre, Amaury ha dejado su sello personal al estar involucrado a detalle con el equipo femenil. Uno de los primeros pasos en el trayecto de tres años hacia el título del lunes fue la contratación de Nelly Simón como directora deportiva, convirtiendo a Chivas en el primer equipo en designar a alguien en ese cargo en la rama femenil. Con una formación en el periodismo, titulada como directora técnica, y habiendo cubierto la liga desde sus inicios, se ha construido una base en forma gradual pero firme hacia la segunda estrella.
Pero, ¿cómo llegó Chivas a esto?
Existen algunos factores, los cuales han ido poniendo de relieve la estrategia a mediano y largo plazo para mantener al equipo competitivo contra sus principales rivales, los cuales han realizado fuertes inversiones.
Chivas ya ha intentado, y fallado, en la misma estrategia que su competencia.
Las primeras ventanas de transferencia en la gestión de Nelly Simón fueron muy vistosas. La frase “fichaje bomba” circulaba en medios en las primeras semanas, con contrataciones de jugadoras de selección nacional y con doble nacionalidad como Janelly Farías y María Sánchez. La apuesta era ganarles a otros equipos en la puja por algunas de las jugadoras más buscadas en el mercado. Sin embargo, esto terminó mal, ya que el primer director técnico nombrado por ella, Ramón Villa Zeballos, fue despedido tras una indisciplina. Además, hubo una salida de jugadoras, con nombres como Norma Palafox, Nicole Pérez, las mismas María Sánchez, Janelly Farías y posteriormente Miriam García dejando al equipo. Los medios y afición se preguntaban si este equipo “desmantelado” podría competir, y muchos predijeron que Chivas se desmoronaría y se convertiría en una decepción.
Se encontró un nuevo camino entre el aparente caos.
A final de cuentas, las jugadoras que mejor han funcionado para Chivas, y que han llevado al equipo a dos finales con un título, tienen ciertas características, que podemos decir conforman el nuevo “molde” en esta etapa de la plantilla:
Jugadoras establecidas, pero que no tenían tanto renombre, o que no se consideraban como “lo suficientemente buenas”. Hablar ahora de Alicia ‘Licha’ Cervantes es hablar de la mejor delantera mexicana en el último año. Mencionar a Carolina Jaramillo es hablar de una de las jugadoras “diferentes” de la liga por su capacidad técnica y visión de campo. Casandra Montero ahora es seleccionada nacional, y aplaudida por su polivalencia, que lo mismo la lleva a jugar de central, en la media, en ataque o defensa. Sin embargo, al llegar, no eran consideradas precisamente fichajes “bomba”. Si bien Cervantes y Jaramillo procedían de equipos regios, no eran titulares, ya fuera por lesiones o por decisiones técnicas. En el caso de Montero, a pesar de ser la tercera mejor recuperadora de la liga, se cuestionó el por qué traer a alguien que no había jugado en uno de los equipos top. En Chivas encontraron un nuevo comienzo, y el amor que ellas mismas han mencionado por el club, además del contexto futbolístico que han vivido en el equipo, les ha permitido desarrollar plenamente su potencial.
Talento y promesas jóvenes. Chivas se ha convertido en uno de los equipos que más aportan al seleccionado mexicano Sub-20, con Celeste Espino, Kinberly Guzmán, Isabella Gutiérrez, Karol Bernal, y Anette Vázquez en sus filas. A pesar de su juventud, todas cuentan ya con experiencia en liga y en selección, dándole a la plantilla más profundidad. El nuevo torneo Sub-17 seguramente también dará una vitrina más para las estructuras de desarrollo que Chivas ha mantenido incluso desde antes de la creación de la liga.
Veteranas de Chivas que necesitaban un poco más de tiempo para mejorar. Blanca Félix contribuyó al título gracias, a, entre otras cosas, atajar un penal a nada más ni nada menos que Charlyn Corral. Sin embargo, al inicio de la temporada, muchos pedían su salida, y la consideraban acabada a la edad de 26 años. Muchas de las jugadoras de Chivas llevan tanto tiempo en la institución que a menudo olvidamos que en realidad son bastante jóvenes, y que tal vez lo que hacía falta era una inyección de confianza y la oportunidad de subir su nivel al madurar. Le tomó algo de tiempo a Blanca, por ejemplo, el volver a los niveles que la convirtieron en referente del equipo, pero ha resurgido de sus batallas físicas y mentales justo a tiempo para convertirse en pieza clave.
La directiva se está asegurando que esto no sea una novedad.
Continuidad es la mejor forma de describir el proyecto actual. Juan Pablo Alfaro, el DT que ha llevado a Chivas al título, era el auxiliar de Edgar Mejía, quien las llevó a una final. A pesar de las bajas expectativas de afición y medios por su nombramiento tras la salida sorpresiva de Mejía, bajo la dirección de Alfaro se logró la mejor temporada del equipo hasta ahora, ya que además del título, ahora ostentan el mejor récord de defensa en temporada regular (con 6 goles recibidos en 17 partidos), y la mejor cosecha de puntos (43) para el club. Alicia Cervantes agregó dos campeonatos de goleo consecutivos a su cuenta personal. Alfaro ha sido capaz de tomar la base preexistente y agregar algo de su cosecha: Si bien Chivas ya no es quien más anota, se logró un mejor equilibrio entre ofensiva y defensiva, y ha logrado revertir y remontar en situaciones difíciles gracias a pizarra y a la madurez mental de las jugadoras.
Además, Chivas realizó renovaciones clave: Celeste Espino, Jaqueline Rodríguez, Michelle González, Damaris Godínez, Araceli Torres, Alicia Cervantes, Carolina Jaramillo y Joseline Montoya han firmado contratos hasta 2023 o 2024, con lo cual se asegura una columna vertebral con la cual trabajar.
Y todo esto parece llevarnos a una nueva política en Chivas: Las jugadoras de nivel selección nacional pueden hacerse, no sólo comprarse. Salvo Carolina Jaramillo, las otras tres jugadoras en selección mayor del equipo se ganaron su lugar después de llegar a Guadalajara, como Alicia Cervantes y Casandra Montero, o surgiendo de visorías y realizando su carrera totalmente con el equipo, como Joseline Montoya. Gracias a ellas, Chivas se ha convertido en una presencia cada vez más fuerte en el representativo nacional, con talento desarrollado por el mismo club. Otros nombres que podrían unirse a esta lista bien podrían ser Jaqueline Rodríguez y Rubí Soto, quien además tiene la distinción de haber migrado a Europa siendo totalmente desarrollada por la liga y sin haber sido incluida en alguna convocatoria del tricolor.
Este equipo ha aprendido a crecerse en la adversidad.
La plantilla, si bien no es la más “vistosa” o cara de la liga, siempre ha tenido un potencial que por una u otra razón no lograba terminar de cuajar en liguilla, incluyendo eliminaciones dolorosas contra el América y una final perdida en 2021 contra Tigres. Pero todo logró encajar en este semestre: Las jugadoras jóvenes encontraron la calma ante la presión, y las más veteranas terminaron de darle un anclaje al equipo. El título se logró remontando en cuartos de final y semis, incluyendo un 2-0 en contra contra Tigres, toda una hazaña tomando en cuenta que Tigres no había perdido por 2 o más goles en 100 partidos, así que verdaderamente era una probabilidad de 1%.
Chivas parece haber recuperado el aura que había perdido desde 2017 y la confianza en ellas mismas se sintió claramente en toda su liguilla. Sólo podemos preguntarnos qué tanto del dolor personal se convirtió en inspiración para aquello que han logrado. Durante la transmisión de los festejos del campeonato por parte del club, Casandra Montero, quien además tuvo que vivir la desaparición de Veracruz y Morelia siendo parte de su plantilla, reveló que no había podido ver a su mamá en 22 años; Pato Alfaro recordó el décimo aniversario del fallecimiento de su esposa, Gabriela Valenzuela le dedicó el título a la memoria de su hermana, Rubí Soto a la de su mamá, Susan Bejarano a la de su papá. Damaris Godínez ha hablado abiertamente sobre los retos de balancear la maternidad con una carrera como profesional, mientras que Alicia Cervantes decidió dejar de jugar un semestre, al negarle Atlas un sueldo digno tras la primera temporada de liga.
En una competencia que recién incrementó el número de extranjeras de 2 a 4, y con equipos como Tigres, Rayadas y América optando por fichajes elevados de jugadoras mexicanas o foráneas, la apuesta de Chivas resalta aún más. No sólo por volver a las raíces del club de jugar sólo con talento mexicano y desarrollado en casa, sino por probar que un crecimiento lento pero seguro también puede tener éxito. El tiempo nos dirá por cuánto, pero en este momento, el título es una justa recompensa no sólo por seis meses de ardua labor, sino por las decisiones tomadas en los últimos años y que han logrado volver a encarrillar a este equipo y devolverlo al protagonismo.