Una nueva era para las mujeres en la industria del entretenimiento
El nacimiento de nuevas tecnologías ha dado como resultado la creación de espacios emergentes de gestación y distribución de productos de entretenimiento. La humanidad ha aprendido también a consumir sus contenidos favoritos desde otro tipo de plataformas, las cuales anteriormente hubiesen sido prácticamente imposibles de concebir: teléfonos celulares, pantallas inteligentes, tabletas, etc.
Las empresas de entretenimiento se han tenido que adaptar a una narrativa en donde la competencia es muy demandante y en la cual las personas exigimos productos de calidad y con una frecuencia que asombra. Lo anterior como otro de los resultados de la inmediatez que caracteriza a nuestra realidad socioeconómica.
El deporte, como parte fundamental de nuestras vidas, no está exento del impacto que ha tenido el ascenso de nuevas formas para crear y consumir entretenimiento de forma digital. Los canales deportivos de televisión se han visto en la necesidad de ofrecer otras alternativas para que los usuarios puedan tener acceso a los mejores eventos deportivos, a través de aplicaciones móviles o contenido on demand.
El terreno que éstos han perdido en materia de audiencia es inversamente proporcional a lo que han ganado en suscriptores empresas como: Netflix, Disney+, Amazon Prime, HBO MAX, entre otras. Siendo esta última la que mejor comprendió que la batalla por la corona del streaming dependerá de quién ofrezca acceso a los espectáculos deportivos de mayor relevancia; y si hablamos de un deporte que posee exposición mediática, alcance e interés colectivo, ese es el fútbol.
A través de TNT Sports, HBO MAX tendrá los derechos de transmisión del torneo de clubes más importante del mundo, la UEFA Champions League. Dicha estrategia fue orquestada por Warnermedia, esto para generar un valor agregado a su enorme oferta de películas, series y documentales.
Con el anuncio de la llegada de TNT Sports, también se hizo oficial la presentación de las voces que estarán detrás de los micrófonos de la emisora en comento. Nombres como el de Miroslava Montemayor, Ricardo Murguía, Luis Hernández “El matador” y Marion Reimers serán las y los encargados de comentar las incidencias de los partidos de la Champions League.
Las reacciones en torno a la designación de Marion Reimers como narradora no se hicieron esperar e inmediatamente el tema se apoderó de las redes sociales con comentarios de todo tipo, desde aquellos que son incapaces de establecer una idea medianamente elocuente, hasta los que están repletos de terminología machista y que mandan un claro mensaje de odio hacia el género femenino en su conjunto.
Históricamente las mujeres han enfrentado obstáculos de todo tipo, los cuales se han perpetuado por generaciones y les han quitado la oportunidad de sobresalir en distintos ámbitos, incluido el deportivo y su respectiva cobertura mediática.
El hecho de que Marion Reimers esté presente en las transmisiones de un torneo tan importante, representa un acto sumamente transgresor, lo que se podría traducir en un discurso que reta los estándares de machismo estructural que han permeado el periodismo deportivo a lo largo de los años.
Pareciera que tomar el micrófono y comentar las acciones de tal o cual partido representan un acto cotidiano para Marion Reimers; no obstante, dicha tarea representa una labor colectiva, ya que de forma inconsciente (o no) está incentivando la creación de espacios mucho más incluyentes, cuya característica principal sea la accesibilidad, sobre todo para las futuras generaciones de mujeres que busquen abrirse paso en un sector representado tradicionalmente por hombres.
Más allá del amplio conocimiento deportivo que la periodista posee, sus narraciones son enriquecidas con apuntes culturales y/o sociales que muchas veces pasamos por alto, simplemente por el hecho de tratarse sólo de fútbol. Sin embargo, recordemos que nuestro querido fútbol no es otra cosa más que el reflejo de las relaciones complejas que experimenta esta sociedad.
Mi punto de vista es el de un hombre que no tiene miedo a que las mujeres se apropien de los contenidos deportivos. Por el contrario, celebro que cada vez haya más espacios que fomenten la participación de las mujeres, ya que estoy seguro que es el camino correcto para democratizar la forma en que se crea y se consume fútbol.