La selección que podría tenerlo todo
Con el mundial a la vuelta de la esquina, los equipos que conforman la fase de grupos han estado anunciando su convocatoria final para afrontar el torneo. Gran parte de las selecciones de alto calibre se han visto forzadas a descartar a sus mejores jugadoras por lesión, sin embargo, existen ciertas ausencias que llaman la atención al ser “completamente voluntarias”. Siete futbolistas españolas han decidido no participar en la copa del mundo: Patri Guijarro, Mapi León, Claudia Pina, Lola Gallardo, Ainhoa Moraza, Nerea Eizagirre y Amaiur Sarriegi.
En un principio, fueron 15 jugadoras las que expresaron que no volverían a vestir la camiseta de España hasta que se realizaran cambios importantes en el manejo de la selección. Ellas dejaron en claro que la situación con el director técnico estaba afectando su salud mental y rendimiento, así como los resultados del equipo en general. En ese momento, pedían la renuncia o destitución de Jorge Vilda y aunque la RFEF (Real Federación Española de Fútbol) hizo exactamente lo contrario renovando su contrato, con el torneo más importante a nivel internacional cada vez más cerca, algunas decidieron atender las convocatorias nuevamente.
Es verdad que en comparación a los meses anteriores han mejorado ciertas cosas, a pesar de ello, son cambios mínimos y definitivamente no los suficientes para aquellas jugadoras que decidieron mantenerse firmes a sus principios. Duele pensar en lo que la selección española podría llegar a ser si se les diera el apoyo que merecen, no sería sorpresa verlas coronarse campeonas del mundo. Si las condiciones fueran óptimas, no cabe duda de que tienen equipo para lograrlo, la defensa sería un muro, el mediocampo estaría lleno de magia y la delantera sumaría goles sin parar.
La calidad de juego que se nos está negando es inmensa, el tiempo pasa y la generación dorada de futbolistas españolas está quedando completamente desperdiciada. Se supone que estando tan cerca de disputar una copa del mundo las federaciones deberían apoyar a sus equipos más que nunca, no obstante, las jugadoras de más alto nivel se están viendo obligadas a luchar por algo tan básico como el respeto. ¿Acaso es tan complicado valorar el talento de tu selección?
Tristemente, para la RFEF sí lo es. España tenía la oportunidad de pelear por el título, en lugar de eso llegan al mundial con una escuadra que poco a poco se cae a pedazos. Lo peor del caso es que nadie hace nada, son las mismas futbolistas las que han tenido que tomar la iniciativa y dejar de jugar para su país. Es en este tipo de situaciones que nos damos cuenta de que nos queda mucho camino por recorrer, ninguna persona debería tener que pedir ser tratada justamente.
Siempre en el barco de aquellas que alzan la voz y sostienen su palabra.