Lo que la Sub-17 nos dejó

Sabemos que el sistema de grupos (los cuales se organizan por ubicación geográfica), es principalmente un medio para reducir los tiempos y costos de los viajes de los equipos. Además, considerando que los calendarios de partidos se ajustan de forma que no se interrumpan los estudios de las jugadoras, es una opción que hace sentido. Pero, ¿qué impacto tiene en la competencia? Revisando los puntos obtenidos por cada equipo en ambos grupos, tenemos lo siguiente:

Grupo 1: Azul / Grupo 2: Rojo

Podemos ver que hay una desigualdad muy marcada en el grupo 1 (con 31 puntos de diferencia entre el 1er y último lugar), mientras que el grupo 2 se aprecia más compacto, y, por lo tanto, competitivo, con una diferencia de 12 puntos entre primer y último lugar, lo que indica una competencia más pareja.

El grupo 2 cuenta con equipos ubicados en bastiones de desarrollo del futbol femenil, como Torreón y Tijuana, además de los equipos tapatíos (Jalisco es el estado que más jugadoras aporta a la liga), mientras que, en el 1, América y Pachuca son instituciones que han apostado fuerte en todas las ramas de su club. Es interesante ver qué tanto el desempeño de los equipos Sub-17 refleja o no, los resultados de su primer equipo.

Rendimiento entre primera división y Sub-17

La siguiente tabla refleja el promedio de puntos por partido (puntos totales divididos entre partidos jugados, que fueron 16 en Sub-17 y 17 en primera división) que cada uno de los equipos ha obtenido. En el caso de los equipos Sub-17, se quitaron los puntos extra obtenidos en las tandas de penales, ya que ese rubro se analizará por separado, con el fin de mantenerlo estrictamente en términos de puntos obtenidos en los 90 minutos de partido.

Considerando la juventud y la inversión en los proyectos, no resulta sorprendente que Mazatlán y Juárez tengan los rendimientos más bajos en ambas ramas. Cruz Azul, a pesar de ser un club histórico en el futbol mexicano, ha quedado a deber en términos del compromiso institucional con sus equipos femeniles.

Es notable la diferencia de rendimiento entre ramas en el caso de los equipos regios, los cuales tienen la brecha más amplia, junto con Chivas: A pesar de dominar la liga en primera división, sus equipos Sub-17 parecen no tener un desempeño acorde a ese nivel. Esto puede tener varias explicaciones, por ejemplo:

1. El modelo de competencia del club se ha orientado más a comprar jugadoras ya formadas que a desarrollar una cantera propia,

2. Monterrey es una ciudad con buen nivel competitivo a nivel universitario, así que podrían demostrar más fuerza, por ejemplo en un nivel Sub-20, o justo la existencia de sistemas de competencia escolares en esos rangos de edad le resta el atractivo a participar en el de clubes.

3. Otra situación que abona a la brecha, y que posiblemente impacta a Chivas también, es el estar ubicadas en el grupo más competitivo, lo cual hace que sus márgenes de error sean menores para obtener resultados.

4. Las brechas deben de contextualizarse: Chivas tiene la tercera más amplia, pero su primer equipo está teniendo su mejor temporada hasta ahora, y a pesar de tener una efectividad de puntos menor a la de su par, la Sub-17 terminó como sublíder de su grupo, es decir, en realidad ambos equipos se posicionaron bien en la tabla general.

En el caso de América, el proyecto institucional se ve sólido: Buenos resultados a nivel Sub-17, y en primer equipo, aunque en el caso de juveniles, esto debe de matizarse con lo que se ha señalado más arriba respecto a la competitividad de su grupo. Sin embargo, es un gran mérito el lograr este equilibrio y resultados en las dos divisiones, y esto habla de una gestión integral en todos los rubros.

Diferencia de puntos por partido entre Sub-17 y primera división.

El monitoreo de la trayectoria de esta primera generación de jugadoras y su transición a la primera división también ofrece posibilidades de estudio interesantes, por ejemplo: El conocer la tasa de éxito de jugadoras que al final lograron debutar en primera división; también puede ser que las jugadoras de los equipos con mejores resultados en Sub-17 migren a los equipos con mayor presupuesto. Esto, además, podría abrir el debate respecto de los derechos de formación en femenil, ampliando el mercado y las adquisiciones de cartas entre clubes.

El torneo Sub-17 ofrece una diferencia interesante respecto al de primera división: Al término de cada partido, se realiza una serie de penales para poder ganar un punto extra. Revisemos la proporción entre puntos obtenidos en partido, y puntos obtenidos en penales.

Podemos ver que algunos de los equipos con menos puntos, han logrado una mayor proporción de ellos gracias a las tandas de penales. En términos de efectividad pura, tenemos lo siguiente:

En suma, la creación de la Liga Sub-17 amplía las posibilidades de la profesionalización en México, cerrando las brechas de formación de jugadoras que eran bastante notorias en los inicios de la liga, además de brindar un espacio de maduración de talentos que no tenían tanta regularidad en la categoría mayor. El formato de punto extra con penales agrega la posibilidad de ensayar escenarios de juego bajo presión.

Sin embargo, todo esto debe de acompañarse de un compromiso institucional por parte de los clubes, con el fin de brindar el apoyo económico y de condiciones de desempeño, incluyendo acompañamiento deportivo, psicológico y educativo, con el fin de que el desarrollo de las jugadoras se dé en forma integral y libre de abusos, además de generar una competencia más pareja que fortalezca en partes iguales a todos los equipos de primera división de la liga. 


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