Fotografía: Eleven Legends

La Selección Nacional de México Femenil acaba de reiniciar una nueva historia, y es que por fin mostraron el potencial de tener mejores herramientas para competir. Sin duda, lo dejaron claro: hoy el pasado se tiene que quedar atrás y dejar que el proceso avance.

Después de la llegada de Pedro López para dirigir a la selección, mucho se le había cuestionado de ausencias de ciertas jugadoras, alineaciones, pero, sobre todo la afición mexicana estaba muy a la defensiva de este nuevo inicio con el español, luego del terrible fracaso en el premundial de 2022. No era fácil sacar de ese bache mental a sus jugadoras, este sí es el proceso que la Federación y afición debe respaldar.

Mas allá de la historia con los anteriores timoneles de México, Pedro se ha ganado su puesto con toda la experiencia de ser campeón del mundo y sí, es hasta ahora el mejor que han tenido.

Algo que hay que destacar es que la mayoría de las mexicanas se ganaron la confianza de López y derecho de representar al país. Para muchos fue una tragedia el empate a ceros contra Argentina, pero para la selección no fue así, llegó justo en el mejor momento para que ellas mismas vieran esa versión limitada y no llegaran con exceso de confianza contra Estados Unidos.

En este partido contra la selección de las barras y las estrellas, Pedro mandó a sus mejores jugadoras aprovechando su momento, juventud, conexión y experiencia. Confió completamente en cada una de ellas y le respondieron de la mejor manera.

La Selección Nacional de México Femenil, después de más de dos décadas, se han convertido en las primeras de Concacaf en ganarle a Estados Unidos de local, sin olvidar que la última victoria de las mexicanas contra las estadounidenses fue en el año 2010. 14 años después llegó su segundo triunfo.

Vimos a las jugadoras pasar la barrera mental que venían cargando de procesos anteriores. Con mucha madurez entendieron perfectamente lo que es representar a México, se hicieron responsables de su técnica individual, estuvieron completamente concentradas, mostraron que esta generación del presente y las que se han ido sumando, vienen con otra mentalidad y este respiro que necesitaban.

Foto: Eleven Legends

La alineación

Empecemos con la regularidad que ha mostrado Esthefanny Barreras. La respaldaron dándole la confianza de quedarse con la titularidad frente al arco. La línea defensiva fue fundamental en todo momento del partido, Karen Luna demostró el por qué merecía esa primera convocatoria y Nicolette Hernández mantuvo el orden que ya había mostrado. La apuesta principal era justo lo que declaró López en conferencia de prensa: el trabajo que ha hecho la mejor dupla de centrales de la liga a través de los años con Cristina Ferral y Greta Espinoza, tenía que hacer efecto.

La Capitana Rebeca Bernal tuvo el rol de equilibrar la estrategia, tanto su aportación en la zona defensiva como en la media cancha y al frente, complementando ese triángulo entre Alexia Delgado y Karla Nieto, anularon inteligentemente el medio campo de Estados Unidos.

La parte ofensiva hizo una gran labor de sacrificio, Kiana Palacios mostró el temple para esperar y tomar las decisiones correctas para atacar, incluso sin tener el balón, María Sánchez se vio más participativa y Lizbeth Ovalle estuvo conectada siempre para leer muy bien por donde hacerles daño a las estadounidenses. Y qué decir de la entrada de Jasmine Casarez, Karina Rodríguez y el gran acierto de Mayra Pelayo, ninguna tuvo algún pretexto de necesitar tiempo de más para ponerse al ritmo del partido.

Los golazos

La primera anotación fue la prueba de fuego y entendieron muy bien como ejecutar las jugadas. Rebeca fue la encargada de la mayor parte de las salidas del equipo, con un trazo largo despejó para que el balón alcanzara a llegar casi a media cancha, Nieto esperó que botara el esférico e inmediatamente recupero el balón, buscó enviar un pase a mayor altura y Ovalle, con la lectura que ya había hecho, hizo la presión correcta contra Becky Sauerbrunn que intentaba rechazar, pero “La Maga” fue más astuta aguantando el momento perfecto, controlo el balón, no se desesperó en ningún momento y sin tener que pensarlo de más, nos regaló un tremendo golazo con una definición que fue espectacular de ver.

El segundo golazo de la noche fue ese grito que todos dimos de saber que se había logrado el objetivo más complicado hasta el día de hoy, Mayra Pelayo ya había hecho una anotación similar contra República Dominicana, poco tiempo después de entrar de cambio, ya lo había intentado fuera del área, cuando Luna recupera el balón y rechaza con ese balonazo, Pelayo lo fue buscando, ya había medido su disparo y nuevamente nos mostró la calidad individual que tiene.

En el partido había cinco momentos importantes que México no debía bajar la guardia. Los primeros 15 minutos, los últimos 10 de la primera parte, el inicio de la segunda mitad, el desgaste físico que pesaba entre el minuto 60 y 70 y el tiempo de compensación. Lograron mantenerse sin ningún problema de sentirse arriesgadas en el encuentro y en dos de esos momentos, cayeron los goles.

Fotografía: Eleven Legends

La MVP del partido

Mas allá de los golazos de Ovalle y Pelayo, hablando personalmente, todas hicieron un gran partido y aunque el espectáculo de los goles pueda opacar la labor de las demás, sin la corresponsabilidad de cada una, no se hubieran arriesgado para atacar.

Todas las jugadoras dentro de la cancha tuvieron alguna perdida de balón importante, una marca mala, un pase erróneo, un flojo remate de cabeza o un rechace equivocado, pero la clave de todo esto fue que todas se complementaron correctamente.  Si Luna no ganaba la marca, llegaba Alexia para apoyarla, si Ferral hacia un mal pase, Greta estaba atenta, si Nikki tenía que subir para acompañar a María, aparecía Rebeca para cubrir ese espacio, al igual que Kiana y Ovalle bajaban en conjunto a respaldar a Nieto y sin duda, con este tremendo funcionamiento la más tranquila de la noche fue Barreras. Este ejemplo se vio muy claro con todas las diferentes combinaciones entre ellas, cada una tuvo su momento para sobresalir, dependiente de la rival que tenían en frente y viendo todas las jugadas, siempre aparecía una para recomponer el trabajo de la otra.

Barreras se afianzo en la portería, Luna peleó con mucho corazón hasta el último balón, Ferral dio cátedra de su experiencia al medirse una vez mas contra una de las mejores selección, Nikki estuvo a la altura y mantuvo su regularidad, Greta fue el complemento perfecto para sus compañeras y aguantó la presión de las rivales, Alexia apareció en los ataques en contra para cortar e incomodar las jugadas, Nieto tuvo la jerarquía para proyectar más a sus compañeras, Rebeca demostró porque ahora es la capitana del equipo, midiéndose a la par contra una capitana de toda experiencia, sin dejar de dar indicaciones y con el temple adecuado, María volvió a conectarse con ese talento diferente que hizo incomodar a las defensas estadounidenses, Ovalle se arriesgó en los momentos indicados para que el mundo viera la calidad de una de las mejores jugadoras mexicanas, Karina cumplió correctamente y se metió al ritmo de partido, Ordóñez entendió su función y dejó de presionar, Jasmine luchó las marcas incómodas y por supuesto, Mayra tomó el compromiso de tener pocos minutos y ser la mejor revulsiva para este encuentro.

Este será un partido que quedara para la historia, las mexicanas se graduaron con honores.

Supieron anular de manera inteligente a las mejores jugadoras de Estados Unidos; Horan y Lavelle, cortaron los circuitos de conexión por bandas e interior, los contragolpes, las jugadas a balón parado y tiros de esquinas, los cambios de ritmo por velocidad y les compitieron físicamente. La preparación del partido fue la adecuada por la estrategia del Cuerpo Técnico y Pedro López. Pero la clave de todo esto, fue la mentalidad ganadora y la madurez individual dentro de la cancha, que cada una supo ejecutar muy bien en su rol.

Fotografía: Eleven Legends

Ahora la moneda cambió o a favor de México. Toda aquella presión mental y física que las estadounidenses mostraban en partidos anteriores, ahora estuvo del lado de las jugadoras mexicanas y a pesar que no todas tuvieron la oportunidad de jugar este partido, no son menos importante para impulsar el nivel que mostraron todas las seleccionadas.

La competencia aún no acaba, deben ir un partido a la vez y enfocadas en todo momento sin pensar tanto en el futuro, tendrán que seguir protegiendo la unión del equipo dentro y fuera de la cancha y, por supuesto, aún hay muchos detalles por corregir, sobre todo en las últimas decisiones para tener la madurez mental de saber cuándo hacer una jugada individual o acompañarse con el equipo, por ahorael camino ya lo marcaron. La afición mexicana fue local y le respondió al equipo, sin duda, todo salió a favor de México.

Y bueno, para ser la primera vez de México en el torneo de la Copa de Oro de la Concacaf, van cumpliendo partido a partido con el historial de invictas y ahora líderes del grupo A.

Esta historia continuará…


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