María Sánchez: Talento

María Guadalupe Sánchez Morales nació el 20 de febrero de 1996 en Nampa, Idaho. Desde los tres años se interesó en el fútbol, pues relata que en el rancho donde vivía con sus padres no había muchas cosas con las cuales distraerse, así que salía con sus hermanos a jugar fútbol y poco a poco se convirtió en su pasión. 

Sus padres, inmigrantes mexicanos que con los años adquirieron la ciudadanía estadounidense, siempre se aseguraron de que no olvidara su cultura, sus raíces y el idioma, pues hasta el día de hoy, en su casa se habla español, lo que la ayudó a tener lo mejor de los dos mundos. Mientras en la escuela aprendía el inglés, en casa mantenían vivas sus tradiciones, incluída la de los vestidos.

“Antes era raro ver a una niña jugar fútbol, especialmente en Idaho”

Pero María desafió los estereotipos e hizo las cosas a su manera. Siempre cargaba con sus tachos y un balón de fútbol sin importarle jugar en la calle con los del barrio e incluso los llevaba a escondidas a las fiestas familiares para poder seguir jugando. El talento para la pelota era innegable y estaba a punto de probar qué tanto había en sus pies. 

Estudió en American Falls High School, anotó 178 goles en 4 años, 68 en su último año y puso una marca de 13 hat-tricks consecutivos. Al final, la escuela retiró su número (17) como homenaje. A pesar de tener grandes números, sólo Idaho State le ofreció una beca deportiva para continuar con sus estudios. Estuvo dos temporadas con el equipo en las que anotó 22 goles y puso 12 asistencias, además se hizo de la Bota de Oro en su conferencia.

Para 2016 anunció que había tomado la decisión de salir de Idaho State debido a que varias universidades estaban interesadas en ofrecer una beca deportiva para que se integrara a sus programas deportivos. Idaho no estaba de acuerdo, incluso la NCAA respondió con una negativa ante la apelación interpuesta por Sánchez al no dejarla hablar con las escuelas y valorar sus nuevas opciones, pero Idaho terminó cediendo y la dejaron libre para que pudiera transferirse a la universidad de su elección.

Llegó a la Universidad de Santa Clara y anotó 13 goles en sus dos años y puso 22 asistencias, 16 en su último año. La facilidad en la cancha y el talento para colocar pases precisos, la hicieron una de las jugadoras a seguir para el Draft de 2019 y fue elegida por el Chicago Red Stars en la segunda ronda, pero su paso por el equipo no fue lo que esperaba. Aunque llegaron a la final frente al North Carolina Courage, sólo tuvo acción en siete partidos y disputó 137 minutos en todo el torneo. 

Por aquellos años tendría su primer acercamiento con la Selección Nacional, el cual se daría de forma curiosa. Renata Masciarelli, entonces portera de la Selección Sub17, fue a una visita oficial a Idaho, donde terminó estudiando un año junto María, y después de verla jugar, le dijo que tenía que irse a probar al tricolor. A los dos días había una prueba en California a la que sí o sí debía acudir, pero los padres de María no estaban seguros si estaba lista para ese salto, así que no lo pensó dos veces y tomó su Honda Civic ‘99 y manejó 12 horas de Idaho hasta California. Su hermana fue cómplice y aliada para no dejarla emprender la aventura sola y una de sus amigas le ofreció hospedaje en casa de su abuela.

Llegó a las visorías con otras jugadoras que estaban participando en interescuadras. Un mes después le llegaría su primera convocatoria para la Selección Sub 20 con quienes disputó encuentros amistosos sin embargo, sorprendió al mundo futbolístico cuando fue anunciada como una de las jugadoras que asistiría a la Copa Mundial Canadá 2015, donde entró de cambio al 75’ en el partido frente a Inglaterra. En 2016 formó parte del equipo que asistió a la Copa Mundial de Nueva Guinea 2014, donde anotó un gol de tiro libre a Estados Unidos, aunque al final serían eliminadas por las jugadoras de las barras y las estrellas. 

Participó en los Juegos Panamericanos de Toronto en 2015 ganando la medalla de bronce para México, en los Juegos Centroamericanos de Barranquilla 2018 donde se colgaron la medalla de oro y marcó su primer gol con la Selección Mayor y jugó los Juegos Panamericanos de Lima en 2019. Participó en el premundial y en el preolímpico de la CONCACAF, sin poder conseguir la Selección ambos boletos.

Después de estar con Chicago por un año, Chivas Femenil llamó a su puerta y la presentaron como refuerzo para el Clausura 2020, pero tras la cancelación del torneo debido a la pandemia por COVID-19, tuvo que esperar para brillar con el Guadalajara, aunque pudo marcar dos goles y registrar dos asistencias. Para el Guardianes 2020 tuvo un gran torneo con Chivas, pues marcó cinco goles y contribuyó con 8 asistencias para el equipo. En enero del 2021 fue fichada por Tigres, con quienes consiguió un título de liga, el trofeo de Campeón de Campeonas y en 46 partidos marcó en 14 ocasiones. Durante su estancia en Tigres, el Houston Dash adquirió sus derechos en la NWSL y tras terminar contrato con las del norte, firmó por dos años con Houston y pudo cumplir el sueño de regresar a la NWSL y continuar su carrera en Estados Unidos.

María Sánchez es una jugadora diferente. Su educada zurda, la manera en que mueve el balón para crear espacios y su explosividad son cualidades que han encajado bien en Houston, con quienes quiere trascender en la cancha y también fuera de ella, pues está convencida que su presencia en el Dash puede visibilizar a la comunidad latina y ser una referente en la NWSL.

Sus logros, sus metas y todo lo que puede llegar a ser, sabe que es en gran medida por los sacrificios de sus padres para que tanto ella como sus hermanos, pudieran tener mejores oportunidades. Es por eso que en cuanto pudieron, entre los tres pagaron la hipoteca de su casa para que pudieran estar más tranquilos, algo que siempre soñó hacer y que esperaba conseguir gracias al fútbol.

“Siempre me repito: Todo lo que hagas, piensa en ellos y lo que hicieron para que tú estés viviendo tu sueño. Son mi más grande motivación.”

En este proceso mundialista, sabe que hay una revancha sobre la mesa. Tras quedarse sin mundial en 2019 y fuera de Tokio 2020, el camino que están trazando hoy es sumamente importante para cambiar la historia. Desde que arrancó el proceso de Mónica Vergara, ha sido una de las jugadoras que más veces ha aparecido en la lista y ha respondido siendo peligrosa por la banda izquierda y repartiendo asistencias a sus compañeras. Además, ha cumplido uno de los sueños que tenía desde niña: pisar el Azteca con gente en las butacas.

“Es un sueño hecho realidad, festejar un gol enfrente de nuestra gente en el Azteca y hoy se cumplió, no te puedo describir lo que se sintió, es un gran orgullo representar a México y meter un gol aquí.” - María Sánchez para TUDN.

Para Sánchez no ha sido fácil. Crecer en un entorno que no era favorable para que una niña jugara fútbol, tener la oportunidad de ir a la universidad, después luchar por cambiarse de escuela para tener la posibilidad de formarse en un entorno mejor, hasta llegar a la Selección Nacional tras probarse en circunstancias increíbles. Montones de cosas que pudieron salir mal, cosas que pudieron interferir, pero hoy por hoy María Sánchez puede decir que nadie le ha regalado nada, que ha trabajado todos los días por conseguir lo que tiene y que esta revancha en la NWSL y en la Selección, no la va a dejar ir.

Hoy ya no tiene que esconder sus tachos y su jersey en la mochila para poder jugar fútbol, al contrario, los porta con orgullo. Y gracias a ella, montones de niñas crecerán con la referente de dorsal #17, sabiendo que no tendrán que esconderse para jugar fútbol nunca más.


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