Chivas Femenil: La idea detrás del corazón
A menudo se dice que el futbol es un juego de momentos, pero menos se habla del cómo se intentan crear, y también, cómo se logra que estos puedan prolongarse. Si bien los logros individuales y colectivos de los equipos tienen un componente de azar y de factores externos, es cierto que mucho pasa por generar escenarios favorables para que esa “suerte”, dure.
En el caso de Chivas, el equipo ha logrado recuperar protagonismo, tras el desastre del Clausura 2019. Después del título, el equipo tenía la encomienda de mantener el nivel, y a pesar de factores como un calendario muy apretado, y ausencias de jugadoras por diversos motivos, logró lo siguiente:
1. Primer torneo terminando como líder general.
2. Igualando su marca de puntos (segundo torneo consecutivo con 43).
3. Mejor diferencia de goles (+26) en su historia.
4. Segundo torneo consecutivo siendo la mejor defensa.
Si bien nunca han dejado el top 8 de la liga, podemos ver que, en los últimos 2 años, de la mano de Edgar “Chore” Mejía, y ahora con Juan Pablo “Pato” Alfaro, el equipo prácticamente promedia al menos 2 puntos por partido, siendo las últimas dos campañas regulares, las mejores en su historia.
Lo interesante ha sido ver cómo es que lograron replicar la consistencia del torneo anterior, y para eso, revisemos el equilibrio entre ofensiva y defensiva:
Hasta ahora, la mejor cosecha de goles se dio bajo el mando de “Chore” Mejía en el Clausura 2021, con 44 goles anotados. Sin embargo, el equipo también permitía que le anotaran más. Con la misma plantilla base, “Pato” Alfaro decidió imprimir un sello distinto: El equipo anotó menos, pero también logró imponer una nueva marca en defensa, con 6 goles recibidos en 17 partidos. El equipo consolidó aspectos que le habían dolido mucho, incluida la final contra Tigres. El buen desempeño defensivo del Clausura 2022 tuvo un par de momentos cumbre: Contra el propio Tigres en semifinales, reponiéndose de un 2-0 en contra para responder con un resultado igual a favor, y con las actuaciones de Blanca Félix en los penales de liga y Campeona de Campeonas, y de Celeste Espino en la final de esta última instancia. Además, el salto de calidad que dieron Karol Bernal y Araceli Torres, quienes actualmente están en la conversación de las mejores jugadoras mexicanas en defensiva.
Habría sido sencillo intentar repetir planteamientos y mantenerse compactas post-campeonato, considerando, además, que Chivas no ha sido en épocas recientes un equipo que busque romper el mercado de fichajes a billetazos. Aquí entra otra de las claves del buen trabajo que se ha realizado: Con un par de incorporaciones, ante un semestre que pintaba complejo por las ausencias programadas de seleccionadas, y ante cualquier otra eventualidad, además del trabajo de las propias jugadoras y cuerpo técnico, el equipo logró reinventarse en ofensiva.
Para muestra, la estadística: Hace 6 meses, Licha tenía en su cuenta el 50% de las anotaciones del equipo. Para este torneo (del cual prácticamente se perdió la mitad), bajó a 19.4%. Y no es porque se haya anotado menos, ya que Chivas logró encajar 9 goles más. En términos prácticos, podemos decir que el pastel de goles se hizo más grande y más jugadoras se llevaron a casa una rebanada.
La llegada de Adriana Iturbide supuso dos cosas: Ante las ausencias de Licha, el equipo no perdía una referencia en el área, y cuando jugaban juntas, se agregaba una conexión más para concretar jugadas con Carolina Jaramillo. Si hay algo que ejemplifica esto, fue uno de los goles ante Santos. Lo único que le hace justicia es el video, así que les recomiendo que lo busquen. Por otra parte, Rubí Soto ya estaba teniendo un buen rendimiento en cancha, pero en este torneo la cifra de goles le hizo justicia. Si bien Joseline Montoya no tuvo tanta suerte en ese rubro, Gabriela Valenzuela concretó su mejor torneo hasta ahora, convirtiéndose en una buena mancuerna con Damaris Godínez cuando interactuaban por la misma banda. Podemos ver que las bandas rojas (goles y asistencias del torneo anterior), son menos y más altas, lo que indica una mayor concentración de las anotaciones en menos jugadoras, situación que se revirtió en esta temporada.
Sabemos que jugadoras como Alicia Cervantes o Carolina Jaramillo son especiales: su talento y el encaje en el equipo es prácticamente perfecto. Sin embargo, los planteamientos y refuerzo del equipo apuntan a que Chivas no busca reemplazarlas, sino que entiende que, uno; debe de darles más herramientas para que continúen brillando, mientras que, dos; genere escenarios favorables para que el equipo pueda seguir respirando sin ellas.
Chivas es un equipo que ha mostrado corazón y garra, pero que también cuenta con un respaldo y una planeación detrás de eso que las ha llevado hasta donde están actualmente. Independientemente de los resultados que vengan tras esta liguilla, queda claro que el objetivo es mantenerse como aspirantes al título por mucho tiempo más.