El otro lado de la moneda
Hablemos del otro lado de la Selección Nacional de México Femenil.
Generalmente en cada proceso nuevo lo primero que se espera resaltar es el desarrollo diferente en la parte futbolística, sin embargo, en este nuevo ciclo desde la llegada de Pedro López, tendremos que ir paso a paso en base a los objetivos rumbo a lograr el pase al mundial 2027.
A pesar de que en esta nueva era con el DT español, la Selección Femenil tiene una racha de invictas, no quiere decir que no estén conscientes que hay todavía mucho por construir. Algunas de las dudas sobre las ausencias de ciertas jugadoras han inquietado a la afición tricolor, por lo sucedido anteriormente con el fracaso del premundial de la Concacaf en 2022 que se llevó a cabo en Monterrey, pero eso no quiere decir que las 23 seleccionadas para esta competencia, no sean un perfil adecuado.
Hay que tener en cuenta que la mayoría de las mexicanas que están presentes en esta convocatoria tiene un proceso desde categorías inferiores de selección, dejando a un lado el análisis táctico, en esta Copa Oro W tendríamos que ver una evolución de madurez mental y experiencia en las jugadoras convocadas.
Los procesos
Podemos recordar, por ejemplo, que Nicolette Hernández, Scarlett Camberos, Jasmine Casarez y Mayra Pelayo tuvieron su primer llamado directamente con la selección mayor, agregando también los casos de Karina Rodríguez y Diana Ordoñez que llevaron sus procesos menores con Estados Unidos y luego decidieron representar a México a partir de 2021 y 2022, respectivamente. Ordoñez incluso fue parte importante de la Sub-17 anotando para el Campeonato de la Concacaf en 2018 con el equipo de las barras y las estrellas.
Siguiendo desde las categorías inferiores, Cristina Ferral, Reyna Reyes, Greta Espinoza, Karla Nieto, Kiana Palacios y María Sánchez, han tenido un gran seguimiento de proceso para ir formando experiencia. Por su parte, Araceli Torres y Karen Luna fueron parte al menos de un llamado desde la Sub-20, mientras que Esthefanny Barreras e Itzel González han sido mundialistas en categorías menores; Cecilia Santiago tiene cinco mundiales en categorías diferentes y Pamela Tajonar disputó Panamericanos con la categoría Sub-19 en 2003 y fue parte de la selección olímpica en Atenas 2004.
Las seleccionadas Alexia Delgado, Lizbeth Ovalle y Kimberly Rodríguez ganaron por primera vez para México el Campeonato con la Sub-20 de la Concacaf de 2018, al igual que Rebeca Bernal, quién fue la capitana y levantó el trofeo del único campeonato del premundial con la Sub-17 desde 2013, y por supuesto, la sub campeona del mundo Sub-17 en 2018, Natalia Mauleón.
Concluyendo con la jerarquía y fogueo de Stephany Mayor y Charlyn Corral, que han sido mundialistas tanto en categorías menores como en selección mayor.
Cada una de ellas tiene un proceso muy importante para representar por primera vez y con mucho orgullo esta Copa Oro W. Sin duda, este es el torneo más importante en el que tienen mostrar todo el recorrido que han pasado para competir en este máximo nivel.
La corresponsabilidad
Aunque se habla mucho del peso que tiene el Cuerpo Técnico o el Director Técnico, ahora las mexicanas sí tienen mejores bases para afrontar lo mejor posible esta competición. La madurez mental tendrá un rol sumamente importante en cada una de ellas, aquí se verá la concentración, la técnica individual, el manejo del partido y la claridad de saber que este es un nuevo reinicio para México y las selecciones que están por enfrentar, que también llegan en medio de una ola de cambios.
El mayor porcentaje de las seleccionadas son recurrentes y titulares indiscutibles de sus equipos en la Liga MX Femenil, y por supuesto, complementando el nivel de las que juegan en la NWSL tendrán que demostrar esa diferencia y reflejarlo en la cancha. Este torneo será una exposición individual que las jugadoras deberán aprovechar para mostrar su futbol, especialmente aquellas que tienen el deseo de jugar fuera de nuestro país, pues el torneo será un gran reflector.
Su primer rival será Argentina, que para nada es un partido sencillo. Será un encuentro completamente diferente a comparación del 6 a 1 del 2021 o el 2 a 0 en las semifinales de Panamericanos, pero algo que tienen que tener muy presente, es que deben competirles hasta el último minuto, independientemente el desgaste físico y resultado.
Hacerles presión desde su salida, ganar las marcas, cuidar los pases, los cambios de juego, apoyar en zona baja y por supuesto, lo principal y de lo que más ha sufrido México, la contundencia y claridad del ataque, las oportunidades que generen de gol se tienen que concretar.
Después vendrá el partido contra República Dominica, que deberán afrontarlo con la responsabilidad que se merece y no confiarse, para así llegar al rival a vencer: Estados Unidos.
Este es el partido que mostrará completamente el panorama en el que se encuentra la Selección Nacional de México Femenil, pues aunque para Estados Unidos también es un nuevo proceso y están haciendo el cambio generacional, estos equipos se han enfrentado desde categorías menores y ahora con una nueva historia, competirán una vez más.
Las 23 mexicanas convocadas han sido Campeonas Panamericanas y Centroamericanas, son Mundialistas, Olímpicas, titulares y pilares fundamentales paras sus equipos actuales, ahora es su momento de mostrar el compromiso de representar a México en su primera participación en la Copa Oro W de Concacaf.
Pedro López, Cuerpo Técnico y Federación les han mejorado las bases y herramientas para evolucionar en la parte futbolística y que puedan desarrollarse de mejor manera como jugadoras profesionales, el siguiente nivel será mostrar esa mentalidad ganadora y actitud para afrontar todo tipo de escenarios.
Ir un partido a la vez las hará estar cada vez más cerca de ese proceso para poder lograr la clasificación a la Copa del Mundo en 2027.