No era el XI, las rivales eran mejores
México debutó en el escenario que menos deseaba la afición, una derrota ante Jamaica complica el llegar vs Estados Unidos con más opciones y sobre todo, menos presión a la que se sometió tras el juego del lunes, pero ¿de verdad México mereció algo más allá ante su rival? Analizamos parte de lo que fue el partido.
Partir desde las titulares.
Empezando por las caras que se vieron, hubo lógica a lo que se intentó plantear. El 4-1-4-1 no cambió o varió en cuanto a estructura, más en intenciones, la selección ha sido un equipo que busca finalizar en el juego por fuera, pero se topó a un equipo que no le permitió la salida por el centro, no se rompió en cuanto a orden tras situaciones en propio campo y gestionó de mejor manera cada contragolpe.
Si bien no se había visto a Montero como central en el Tri, la idea quedó en el aire por justamente donde más intentó competir Cas ante Shaw y que estuvo en cierta medida a la altura. El otro gran cambio y sorpresa fue la titularidad de Diana Ordóñez, quien por intención su función era la del juego directo y remate tras centros altos por mera competencia física, de hecho, en bastantes jugadas de tiros de esquina o tiros libres, se le buscó como primera opción de remate, más allá de la ocasión que no pudo concretar tras tiro/pase de Mayor.
Todo esto pudo haber salido de no ser por la primera gran ocasión a balón parado de Jamaica, con una terrible forma de defenderla y un error tras error. Alvarado dudando tras ver el balón tan cercano, Bernal siendo frontal ante un balón similar y Shaw simplemente saltando. Mal marcaje que pareció muy confuso, tras ese gol si se resintió la idea sobre conocimiento del rival, sería hasta raro no haber preparado el partido de acuerdo al rival.
Un juego cuesta arriba que nadie pudo destrabar
Pocas veces se había tenido que enfrentar un partido con marcador en contra. Si acaso ante selecciones que son top y durante los primeros partidos amistosos. Cuando el escenario se volcó en total intención de llevar la posesión a cancha de Jamaica, se vieron las fisuras de México tanto para ofender como para protegerse sin balón a campo abierto.
Pocas interacciones entre laterales y extremas, llegando al punto de ver jugadoras en el mismo carril como el Sierra-Sánchez. El desaprovechamiento de Alexia Delgado para buscar jugar con ella o sumarse junto a sus centrales, entonces se dio la salida estancada. El querer ir a línea de fondo para intentar sumar centros, pero sin ventaja, para ello la defensa jamaiquina se dio un día de campo, solo 3 jugadas plenas terminaron en algún remate a arco. De hecho, si contamos bien, la jugada de Jaramillo llega tras un aprovechamiento en segunda jugada y posterior tiro, en esa misma secuencia hay un disparo de Mayor tapado por la defensa.
No es sencillo romper una defensa así pero faltaron vías para dinamizar.
La dirección de campo
Con los 45’ finalizados, se notaba que más por jugadoras, el partido pedía a gritos que se buscara romperlo por dentro o aprovechar a laterales pegadas a la línea de cal para tener otras variantes de pase por el centro. Si se buscaba tener a Ordóñez como fija en el área para el remate, necesitaba ahora si, a gente más asociativa para aportar a espaldas de interiores rivales, comenzar a dinamitar con pase tras pase, ese es el verdadero problema de no corregir y quizás el primer error de Mónica Vergara para plantear un nuevo escenario de partido.
15’ minutos que en el entretiempo parece fueron desechados sin más. México se había notado muy intranquilo tras el gol en contra, pases fallados, obvia presión de buscar el marcador y tras la vuelta de ese descanso, el equipo se vio igual de inconexo anímicamente y para variar hasta más errático. Sumémosle que los cambios sólo igualaron a seguir buscando centros y exponerse aún más al contra ataque que ni con la entrada de Diana García o Alicia Cervantes, había algo de luz. Pasar a 4-4-2 terminó por llevar al partido a buscar de nuevo ocasiones por fuera y centros, pero, si en área tu rival tiene superioridad necesitas o realizar un lanzamiento muy bueno con jugada en movimiento o hacer pequeños desmarques para que perder referencia en al área, ninguno de esto pasó.
Jamaica, el mejor rival que se ha enfrentado de acuerdo conceptos defensivos.
Durante el proceso de esta selección nos ha tocado ver como sufre sin balón ante equipos superiores; España, Estados Unidos y Japón, lo demás ha sido un ejercicio para mejorar la fase ofensiva, por ejemplo, ante Colombia, Argentina y quizás el juego de más dudas fue el de Canadá, porque si bien se defendió de gran manera, el ataque quedó un poco por detrás de lo que se podía aprovechar. En toda la fase del premundial se enfrentó a equipos de menor nivel, hay que decirlo, con conceptos básicos, pero aún con orden, fallaban técnicamente para por ejemplo rechazar situaciones y de ahí llegaban las acciones de cara al arco. Jamaica fue el mejor bastión a sortear y tras entender la desconexión anímica, hay mas dudas que soluciones para romper a un equipo con ese grado de entendimiento defensivo. El mismo entrenador lo mencionó, sabían cómo íbamos a atacar y se notó.
Como comentario personal y a modo de finalizar este análisis, sería muy increíble no tener en cuenta lo gran equipo que fue y es Jamaica. En pocos minutos previo al gol se notaba que sería un rival difícil. Podríamos suponer que por algo se propuso esa alineación y que hasta con las oportunidades aisladas, se pudo encontrar el gol del empate antes del final de la primera parte.
La crítica sí se podría enfocar en los mecanismos mexicanos y posteriores cambios. Por ejemplo: Solo dos jugadoras podían ser aprovechadas como penúltimo pase, Caro Jaramillo y Stephanie Mayor, solo una quedó en el campo y hacía falta complementarlas con Diana García. Entonces entra lo complementar al equipo, si bien no estuvieron, Katty Martínez le habría dado al equipo la conexión necesaria como apoyo de Ordóñez y Cristina Ferral pudo adelantar más la linea defensiva mexicana pero durante el segundo tiempo.
Al final fue algo hipotético pero que ojalá sea cuestión a resaltar más adelante. Las grietas mexicanas estaban y las aprovechó el rival. Es momento de ajustar y llegar con opción al juego final, el único que retomará parte del verdadero objetivo. México no se puede despedir en fase de grupos.